Rincón de Chautla, donde los niños cambian sus juguetes por rifles

(Primera parte)

Por Arturo Monroy Hildegarde 

Rincón de Chautla, Guerrero.- Tienen entre siete y 12 años de edad, algunos juegan basquetbol, otros dibujan, unos más escuchan con  atención las palabras de otro niño que lee un cuento…. De pronto, niños y niñas corren, toman un rifle de madera o un palo y comienza su entrenamiento como policías comunitarios de Rincón de Chautla.

La Navidad y el Año Nuevo tienen un significado diferente en esta comunidad guerrerense, perteneciente al municipio de Chilapa de Álvarez. Aquí el regalo prometido es un rifle de madera en la espalda, una instrucción militar con la que aprenderán a defender su territorio, y una promesa de un mejor futuro si logran resistir la amenaza de los grupos que intentan tomar control de su tierra.

El cielo se nubla, la lluvia cae y golpea con fuerza el techo de lámina de una de las viviendas, el sonido es ensordecedor, pero la voz de Bernardino Sánchez Luna, consejero regional de la Policía Comunitaria, se escucha aún más fuerte:

“No los entrenamos para hacer mal, sino para defenderse, porque el gobierno no nos defiende”. Son niños y niñas que desde hace meses no asisten a la escuela porque no hay maestros ante la violencia y la zozobra que imperan en el lugar, en la parte baja de la montaña de Guerrero.

La comunidad alzó la voz y las armas para exigir la presencia del Ejército, y la ayuda del gobierno local, estatal y federal, porque Rincón de Chautla se encuentra sitiado por el grupo delictivo Los Ardillos. “Si salimos de aquí, nos matan”, sentencia Bernardino. 

Hace ya casi un año, alrededor de cien soldados llegaron al lugar el 28 de enero de 2019, un día después del ataque a Rincón de Chautla por parte de 200 sicarios de “Los Ardillos”.

“Venimos a romperles su madre”, le gritaron a Bernardino Sánchez Luna. Esa tarde, 16 camionetas bajaron a la entrada del pueblo. “Nos empezaron a disparar, les contestamos la agresión, la balacera duró una hora y media”, recuerda. No hubo bajas por parte de la comunidad, solo lesionados. Del lado del grupo delictivo se contabilizaron dos muertos.

“Los Ardillos llegaron armados con cuernos de chivo, pistolas 9 milímetros, chalecos antibalas, venían bien cargados, ahora nos acusan de más de 80 muertos, nosotros pedimos ayuda de la policía pero no hubo respuesta, ahora están posicionados en la entrada de la comunidad”, recuerda David Sánchez, coordinador regional de las Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) de la región montaña baja de Chilapa de Álvarez.

El conflicto con “Los Ardillos” –explica David- es porque quieren someterlos a su organización, “quieren que trabajemos con ellos porque pelean la plaza, Tranquilino nos somete y si no trabajamos con él, son 1,500 pesos por cada reunión en la que no participamos”.

La comunidad pide ayuda a las autoridades, necesitan víveres ya que no les es posible salir del lugar. “Nomás nos están esperando, yo como coordinador de la policía comunitaria sé que donde me vean me van a cortar en pedazos, me van a descuartizar”, es el grito de auxilio en esta comunidad que inicia el año 2020 con incertidumbre.... Continuará...

BTM



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